jueves, 25 de marzo de 2010

Leyendo el diario

Hoy en el metro me he encontrado una situación surrealista.
Un señor que está de pie le pide a otro que está sentado si le deja echar un vistazo al diario que tiene bajo el brazo.
Éste accede y cuando el otro lleva dos o tres páginas ojeando, suelta un repentino estornudo. Dentro del periódico.
Rápidamente lo pliega y lo devuelve a su sorprendido dueño. Con una expresión, mezcla de asombro y vergüenza.
La sensación era de que realmente, este desgraciao había pedido expresamente el diario para "soltar" dentro un estornudo. Ésa parecía la causa principal, el objetivo.
Inaudito.




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